El verano del 91 me encontró con 22 años recién cumplidos y tocando con Los Dynamos. Habíamos comenzado un año antes, y puedo decir que tuvimos la suerte de encontrarnos en el lugar adecuado en el momento oportuno. Zaragoza había sido plaza destacada en el re-descubrimiento (o tal vez descubrimiento sin mas) del rockabilly en España, ya a comienzos de los 80´s con Golden Zippers y su posterior transformación en Mas Birras, y un creciente número de rockers a orillas del Ebro que había colonizado varios bares y pubs. A comienzos de aquellos 90 nos encontrábamos Los Dynamos, Cuti, Gonzzo, Manolo y yo, empezando a dar guitarrazos justo cuando un empresario catalán de nombre Alfonso Cito daba los primeros pasos por organizar una escena alrededor del rock´n´roll de los 50´s y el rockabilly en España, primero en Balaguer, en mayo de ese año con el primer festival dedicado al género, y luego en Zaragoza con el primer ROCKIN´ PILAR. Al finalizar ese verano algunos de Los Dynamos nos acercamos al ayuntamiento a intentar colocarnos de alguna forma para las próximas fiestas. Pocho, del departamento de festejos, nos dijo “pero si ya estáis, tocáis el día 12 con The Blue Caps”! Bien, puntualicemos que gracias a Alfonso Cito debutamos fuera de Zaragoza en el festival de Balaguer antes citado, con lo cual el hombre parece que se tomó la libertad de incluirnos en el cartel de lo de Zaragoza sin previa consulta. ¿Algún problema? Noooo chico, todo OK! Tras el susto inicial la emoción afloró en nuestros corazones, y especialmente en el mío. Me considero fan absoluto de Gene Vincent, en todos sus momentos y todas su épocas, y ya entonces lo era. Tocar con los músicos que habían compartido estudio y escenario con él era para mi lo más, indescriptible, fabuloso, una ilusión cumplida que ni siquiera nunca me había atrevido a soñar. Recordemos el contexto de aquellos años; los rockers en este país nacieron como tales a final de los 70´s, y explotaro en los primeros 80's con todo el rollo de “la movida”. Ahí comenzaron a aparecer grupos que volvían a tocar rock´n´roll y rockabilly, herederos principalmente del revival europeo de los 70´s y por supuesto de Stray Cats. Los chavales que sustentaban aquellos grupos nacieron con ellos, y fueron el caldo de cultivo de la escena actual, mucho mas organizada, mucho mas variopinta pero cimentada en aquellos años. ¿Antes de aquello? La nada absoluta. El rock´n´roll original pasó de puntillas por nuestro país en los años 50, solo alguno escuchó algo de aquello. Nos saltamos el primer capítulo y directamente se pasó a The Beatles. Hay honrosas excepciones claro, pero incluso la mayoría de los grupos y solistas que comenzaron escuchando a Elvis Presley cambiaron de estilo al llegar los de Liverpool. Así pues nunca aquí hubo una escena de rockers y para rockers, hasta la llegada de los 80, y fue en los 90 cuando se comenzaron a organizar eventos grandes, como aquellos festivales de Balaguer o los Rockin´ Pilar, y nos permitieron ver por vez primera clásicos del género que anteriormente era casi un milagro que pisaran nuestro país. Así estábamos cuando llegaron The Blue Caps.
La banda original de Gene Vincent nació en Norfolk, Virginia, y se conocían precisamente como THE VIRGINIANS. Fueron puestos alrededor de Gene cuando éste comenzó a destacar como cantante en alguno de los concursos que la emisora WCMS organizaba. Era la época en la que Presley pegó el petardazo y todo el mundo quería a su Elvis particular. El Sheriff Tex Davis, dj de dicha emisora creyó haber dado con el suyo, con lo cual le buscó una banda homogénea, pensaron en una estética que les diera personalidad, la aprovecharon para cambiar el nombre de la banda, las gorras azules, y grabaron unas demos que resultaron del agrado de la poderosa Capitol Records.
El resto es leyenda, The Blue Caps fueron la banda acompañaría a Gene desde el 56 hasta finales del 58, muy pocos meses en los que grabarían 5 Lps y gran cantidad de singles y material que iría apareciendo a lo largo de los años. Ya desde el principio la banda mostró una gran dificultad para mantener fijos a sus miembros, muchas veces debido al salvajismo de la vida en carretera alrededor de Gene Vincent, y a finales del 58 de disolvieron, ante la imposibilidad de mantener una formación medianamente estable. Cuando a comienzos de los 80´s los fans británicos consiguen reunir de nuevo al grupo es la formación del 57 la llamada a escena, los que acompañan a Gene en su tercer LP. Johnny Meeks, Paul Peek, Tommy Facenda, Bobby Jones y Dickie Harrell, nada menos, vuelven juntos a los escenarios casi 25 años después de aquello, y lo volvieron a hacer unas cuantas veces más, casi siempre para giras europeas, donde su estatus de banda mítica se había conservado a lo largo de los años. La del 91 sería una de sus últimas reuniones como grupo, y ya prescindiendo del bajista original, Bobby Jones, que fue sustituido por un músico inglés, el contrabajista Beefy LaSlap. Y por fin llegó el día del Pilar del año 91. El evento se realizaba en la carpa Pignatelli, un espacio que se montó para las fiestas del Pilar durante varios años consecutivos, en un bonito solar que estaba ubicado en la zona donde más prostíbulos por metro cuadrado había en Zaragoza. Los Dynamos compartíamos cartel no solo con The Blue Caps si no también con The Flying Saucers y con Graham Fenton, cantante de Matchbox que haría un set especial junto a Blue Caps, encarnando a su admirado Gene Vincent. Al punto de la mañana allí estábamos Gonzo, Manolo, Cuti y yo, con los nervios a flor de piel, listos para la prueba de sonido. El resto de artistas se retrasaban, así que comenzamos nosotros con la prueba, en esas estábamos cuando vimos abrirse una cortina de la carpa y comenzaron a entrar The Blue Caps. Johnny Meeks, Dickie Harrelll, Paul Peek, Facenda… les reconocí al instante, con una sonrisa de oreja a oreja nos saludaron, Paul subió al escenario, me estrecho la mano. “Perdón por el retraso” nos comentaron, resulta que ese día era la ofrenda de flores, acto tradicional y central de las fiestas del Pilar, y a causa del cual la ciudad se parte en dos, gracias al desfile de oferentes cargados de flores hacia la plaza del Pilar. Pues bien, la carpa quedaba a un lado del desfile y su hotel al otro, y ambos en pleno centro, por lo que tuvieron que dar una vuelta considerable para poder llegar. Surrealismo puro, The Blue Caps y la Virgen del Pilar. Tras esa primera toma de contacto, y después de tragarnos su prueba de sonido de pé a pá, nos despedimos y cada uno a su casa a comer, emplazándonos esa misma noche a la hora del concierto.
Tal era el estado de shock en que me hallaba que esa tarde vomité toda la comida. No me llegaba la camisa al cuerpo. Cuando por la noche aparecimos por ahí el ambiente estaba de lo más calentito. Rockers de toda España se habían desplazado a Zaragoza, y las calles aledañas a la carpa Pignatelli daban buena muestra de ello. A última hora de la tarde se habían abierto las puertas del lugar y los primeros en entrar se encontraron con unos cuantos tenderetes de discos y ropa y varios djs animando la fiesta, con concurso de baile incluido. Los preliminares estaban siendo increíbles, y el concierto prometía una noche inolvidable.
Salimos Los Dynamos, ante los 1500 rockers que habían pagado su entrada, por cierto sobrepasando, y mucho, la capacidad de la carpa que sería para unas 600 personas, entre el estruendo de aquella tropa, los aplausos y los coros de muchas de nuestras canciones, aún no teníamos disco pero si una maqueta que fue bastante popular, Los Dynamos nos desenvolvimos bastante bien, acabando los bises con tres temas de Gene, Be-bop a Lula, I Got a Baby y Pistol Packin´ Mama, habituales en nuestro repertorio entonces. Recuerdo ver en primera fila a Rockin´ Pauly y Be-Bop Nando, reclamando su lugar en el escenario también, y dando lugar a un momento tenso de chulería rocker, típico de aquellos años, y que tiempo después recordaríamos juntos cerveza en mano.
De Flying Saucers no tengo apenas recuerdos. Tocaron después de nosotros, y entonces nos tocaba disfrutar del backstage, intercambiando abrazos con Dickie Harrell y Johnny Meeks, y charlando con Ernesto Barba, Moisés Sorolla y Mauricio Aznar, todos emocionadísimos de estar junto a The Blue Caps, todos tirando de fotos y autógrafos. Finalmente les tocó a ellos.
The Blue Caps rondaban la cincuentena larga, casi todos, pero todavía estaban suficientemente enteros para aguantar un show de hora y media. Recuerdo con especial cariño a Paul Peek, que se encargaba de la segunda guitarra y la voz, tal y como lo hiciera con Gene en los 50´s. Paul estaba super cascado, la vida no había sido muy amable con él, pero derrochaba simpatía por todos los poros, bromeando sin parar y aceptando sin dudar una charla o una foto. Dickie Harrell también muy simpático. Salió a tocar en chándal el muy capullo, pero sentado tras la batería no se le notaba.
El show de Blue Caps fue de una entrega total, dinámico a mas no poder, y cuando Granham Fenton subió a escena, Paul y Tommy adoptaron su roll de clapper boys tal y como lo hicieran con Gene en el 57, con bailes y rutinas similares, aunque aquello, por cosas de la edad, era mas un quiero que un puedo. Recuerdo también una charla con Graham, especialmente emocionado por haber participado en aquel evento. Graham me mostró una foto suya con Gene, alrededor del año 70 tal y como me contó, de cuando su banda de entonces, The Houseshakers, acompañó a Gene en varios shows y en la grabación de un par de temas que luego le causarían mas de un problema. Gene estaba bajo contrato con Kamasutra Records y la edición de aquellos temas con otra discográfica supuso sla cancelación de su contrato.
En un momento cumbre de la actuación de Blue Caps, Graham me llamó la atención, ¿estaba lloviendo dentro de la carpa? Cierto, tal era el calor humano allí reunido que por efectos de la condensación del techo caían gotas como castañas sobre el público.
Acabó la fiesta. Bueno, es un decir por que luego la gente se desperdigó por mil y un bares, y muchos la prolongaron hasta bien entrada la mañana. Con aquello terminado yo acabé sentado junto al batería de Flying Saucers, ambos con una tajada considerable, y convencidos que habíamos vivido un momento histórico. Era el 20 aniversario de la muerte de Gene, nunca se pudo pensar en mejor homenaje que el que recibió aquella noche a orillas del Ebro.
Con el paso de los años ese es "el concierto" en el que todos los rockers de España aseguran haber estado. Hay muy pocos documentos gráficos de aquellos, pero hace no mucho se subieron a internet fragmentos del show, con no demasiada calidad pero que suponen un testimonio impagable de aquella noche.
Francho
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